La sala y yo: Psicofonía en el Reina Sofía (I)

ADVERTENCIA: Este relato se basa en un suceso REAL. No contiene trucos de cámara o micrófono ni efectos de postproducción. Y ninguna obra ni ningún vigilante han sido maltratados...

Vosotros, queridos lectores, porque sois muy jóvenes, pero hubo una época en la que la colección permanente del museo ocupaba las plantas 0, 1, 2 y 4 del edificio de Sabatini…

Y tampoco sabéis que, en aquella época, la Dirección del museo tenía varios “niños mimados”. Uno de ellos, el más importante, era Josep Renau (los otros eran Val del Omar y El Niño de Elche).

Fuente: foto del autor

Pues bien...

Vale que Renau fuera un excelente dibujante, pintor, litógrafo, cartelista, diseñador, fotomontador, muralista y teórico del arte…

Vale que fuera Director General de Bellas Artes en los años finales de la Segunda República española, Comisario del Pabellón de la República y  el que encargó el Guernica a Picasso…

Vale que organizara la evacuación de obras del Museo del Prado durante la Guerra Civil para protegerlas de los bombardeos…

Vale que, incluso, creara la Orquesta Nacional de España…

Y hasta vale que fuera un destacado militante comunista y propagandista gráfico del bando republicano.

Pero es que fueras por donde fueras en el museo, allí te encontrabas a Renau:  en la planta 0 en un vídeo al lado del “castrati”, en la 1 en una exposición de fotografía, en la 2 en las salas contiguas al Guernica, en la 4 en otras dos salas…

Lo poco agrada y lo mucho empalaga, y Renau resultaba ya cargante para muchos de nosotros. Y también para otros “moradores” del museo, como veremos a continuación.

Estamos en el verano de 2022, en el turno de mañana. Hoy me toca vigilar en la 4ª planta, salas 422-423: África colonial, Max Aub y… RENAU (cómo no). 

Estas dos salas son, para mí, de lo mejor que hay en la planta 4: tienen salida y entrada, son tranquilas y, sobre todo, tienen acceso a las escaleras de Atocha, desde donde se ve el mundo exterior y el reloj de la Estación. Estas escaleras son importantes por si en algún momento te da la "chiripiolca” y tienes que salir “rajao”.

Lo único malo es tener que aguantar un vídeo con un “monólogo” de Renau repitiéndose en bucle cada 10 minutos durante las 5 horas de vigilancia. Pero, bueno, nada es perfecto.

En el vídeo, Renau se presenta, desde su exilio en la RDA en 1958, como un luchador antifranquista, y habla de revueltas obreras contra el régimen de Franco, ilustrándolas con  dibujos que él mismo va realizando en un cristal ante la cámara. Finalmente, dibuja una caricatura de Franco, habla de la oposición al franquismo en toda la sociedad española y dice que “Franco tiene miedo… Muucho mieedo…”.

Fuente: foto del autor

No hay apenas visitantes y el día resulta tranquilo a la par que aburrido. Mi reloj, marca “Chancho” modelo MK7, con escáner de marcadores biométricos, detecta en mi cerebro niveles de “empanamiento” medios del 8 largo, con picos de 9,5 próximos al electroencefalograma plano, condición totalmente incompatible con el estado de vigilia de un humano adulto. A estos altos niveles de “empanamiento” ha contribuido decisivamente el continuo soniquete del bueno de Renau...

Al final, en todo el día sólo ha ocurrido una cosa destacable, pero MUY MUY destacable... (Continuará).

Óscar Muñoz